miércoles, 13 de junio de 2012

La Unión hace la fuerza

Hoy he leído que un diario liberal-conservador alemán* alaba la disposición honesta y serena que tiene la sociedad española para resistir los delirios de grandeza de las clases políticas y de las elites a las que califica de “surrealistas”. Según este diario, la forma de soportar los envites de esta casta enfermiza es por medio de la agrupación familiar o de amistades.

Para un país  como el alemán, esta actitud encomiable debe resultar extraña, pues no es propia de los sajones, si bien no les es del todo desconocida ya que con la caída del muro de Berlín, la sociedad alemana se portó con la misma solidaridad que ahora ellos elogian.

Sin embargo, estas posturas son completamente normales en los países meridionales, donde miembros parentales suelen constituirse en fuertes núcleos que funcionan contra la adversidad. La familia aquí, es el primer pilar de este tipo de sociedades, entendiéndose como familia, cualquier persona que mantenga con el grupo, un fuerte vínculo afectivo, sea sanguíneo o no.

No está de más recordar, que hace unos cuantos años, cuando aún España se dolía de una lamentable posguerra, ascendientes y descendientes convivían en la misma casa. Y no faltaba el pariente lejano del pueblo o vecino, que alquilaba la habitación con derecho a cocina, quedándose para toda la vida al calor del hogar común.

Sorprendentemente y por circunstancias igual de deplorables, según vamos perdiendo estatus, nivel de vida, derechos, las familias españolas, nos vamos agrupando alrededor de un núcleo de fuerza compartiendo lo que cada cual pueda ofrecer.

Hace muy poco escuché en las noticias de la radio, que están llevándose a los abuelos de las residencias de ancianos, porque no se puede costear su estancia y también, para rentabilizar unas pensiones que en este momento son vitales en familias, donde el índice de paro es sumamente alto.

Al final los clanes familiares se ven obligados a enrocarse  frente a la perversión, el desvarío y zafiedad de esta clase política, que asociada al poder económico, está arrasando España. Abuelos, padres, hermanos, amigos, unidos como un solo individuo para resistir el envite de tanto dislate.

Mientras ellos mienten, malversan, manipulan, dictan leyes abusivas, merman derechos y sangran al ciudadano normal con una impunidad ignominiosa; los grupos familiares colaboran, comparten, participan, se apoyan…frente una adversidad cada vez más desastrosa.

Gracias señores políticos, banqueros, jueces, por provocar con su avaricia, sus desmanes, su codicia y su falta de ética, la reacción mejor, la más plausible, la más generosa, la más verdadera, la del pueblo llano, que arrima su hombro con y para el otro, en un alarde de íntegra superación y con un nivel de catadura moral, que ustedes no han conocido ni conocerán jamás.

* Frankfurter Allgemeine
                                                                                                        V. Abad

2 comentarios:

  1. Maravilloso artículo. Es justo lo que llevo todo el día pensando...
    Me encanta que exista tanta conexión, no creo que sea una casualidad sino más bien una causalidad. Como diría Paul Auster.
    Gracias.

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  2. Yo llevo años viviendo así, al margen de las élites políticas, sociales y económicas. Si no fuera por las noticias de la radio, que ya casi no escucho, no sabría ni que existe esa gente

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