viernes, 20 de abril de 2012

¿Para qué la Filosofía?



El nacimiento de la filosofía se dio en las calles de la antigua Grecia donde se exponían de manera natural cuestiones esenciales de la propia vida. Posteriormente esta labor se convirtió en una actividad individual que fructificó en múltiples disciplinas, las cuales han ido mostrándonos desde distintas perspectivas la complejidad de nuestro universo. Entonces el pensamiento como tal, se enajenó del mundo corriente para ser propiedad de unos cuantos afortunados que tuvieron la  posibilidad de acceder a él. En este viaje a lo largo del tiempo, la filosofía se ha ido diluyendo de la vida, quedando circunscrita a la actividad académica y poco más.

Sin embargo las cuestiones existenciales del ser humano siguen estando ahí. Las preguntas sobre el por qué y para qué, permanecen en nosotros. Las incógnitas sobre el sentido de nuestra existencia atraviesan irremediablemente el curso de nuestras vidas.  Cada día, al levantarnos, de manera consciente o inconsciente, experimentamos el vértigo de nacer al nuevo día. Nos esperan perspectivas, elecciones, problemas, decisiones, posibilidades… La actitud que adoptemos será clave y para esto, solo puedo decir que el conocimiento filosófico será esencial.

La filosofía es la madre de las ciencias pero además, es orientación. Por medio de ella podemos descubrir las relaciones de coherencia entre nuestro mundo interno y externo, y así poder actuar de manera consecuente. Favorece la resolución de problemas, no planteados como conflictos, sino como dilemas de la vida, como proyectos. Nos puede enseñar a mirar más allá de la superficie, de lo que nos aparece como evidencia, para penetrar en la profundidad de lo esencial.

Sería un sueño devolver a la vida el diálogo filosófico para enriquecer  nuestro espacio vital, retomar la libertad de aprender a pensar de manera natural y participativa  sobre lo que nos ocupa y preocupa, sintiéndonos dueños de nuestros pensamientos, responsables de nuestras acciones y sujetos de nuestras vidas.

                                                                                                                V.  Abad

1 comentario:

  1. Un poco de buen humor.
    Voltaire dijo que el cielo nos había dado dos cosas para equilibrar las numerosas desgracias de la vida: la esperanza y el sueño....podría haber añadido la risa.
    Decia un rey de la antigüedad: Anoté diariamente mis pesares, y cuando los releí al cabo de pocos años, me movieron a risa, en vez de arrancarme lágrimas.
    La persona que hace todo lo posible para que la felicidad dependa de si misma y no de los demás, ha adoptado la mejor filosofía para vivir feliz.
    Buen y feliz día

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